EL GERENTE DE PROYECTOS MODELO 2022
Por: César Zavala García, MBA, PMP, SMC, ITIL
En los últimos años se ha incrementado de manera notable el número de empresas que consideran la gestión de proyectos como un pilar importante dentro de su organización y del mismo modo, algunas de las empresas que ya reconocían el valor de la gestión de proyectos, han decidido hacer una transformación de paradigma en el cómo dirigían y desarrollaban sus proyectos con una fuerte tendencia hacia el agilismo, lo que ha resultado en un incremento en la demanda de gerentes de proyectos en las diferentes industrias, pero ese incremento exige más y mejores profesionistas con características fuertemente disruptivas y con mucho énfasis en la figura de facilitadores, ya que a partir de las necesidades propias de los diferentes campos de acción y la transformación extrínseca que cada uno de ellos sufrieron a partir de las medidas de prevención que los gobiernos tomaron por la pandemia de COVID-19. El perfil de gerente de proyectos requiere un mejor desarrollo de habilidades blandas que por si fuera poco; este 2022 trae consigo ciertas peculiaridades y algunas adiciones que comentaremos más adelante. Una de las habilidades más importantes que el gestor de proyectos debe tener fuertemente desarrollada es la comunicación, entendiendo y separando esta en comunicación efectiva, que refiere a la manera en que se transmite la información y la escucha activa, que enfatiza la forma en que se recibe la información tomando en cuenta todos los diferentes medios que hay de recibir información, ya que es importante destacar que la información no necesariamente se recibe hablada y de frente, en estos tiempos es de gran valor identificar como canales de comunicación un correo electrónico, un mensaje de texto y hasta una llamada telefónica, donde la información se recibe de viva voz, sin embargo, no se percibe la información corporal que es gran apoyo en la comunicación cara a cara. La negociación también es una habilidad importante, ya que como facilitadores, los gerentes de proyecto deberán poder satisfacer las diferentes necesidades de la mejor manera, en el mejor de los tiempos que los actores de un proyecto, ya sean indirectos o directos demandan de sí.
Ahora bien, hay un par de habilidades que destacan en este año 2022 y que podemos considerar como dos habilidades nuevas y no porque antes no existieran, sino más bien, por el énfasis que estas toman a partir de las circunstancias. Estamos hablando por un lado de la resiliencia y por otro lado, con la misma importancia la empatía.
La primera resulta hasta cierto punto obvia, ya que nuestra sociedad ha tenido que sufrir una transformación y adaptación a la nueva realidad donde impera el distanciamiento social, el uso de cubrebocas y los lugares con poca afluencia de gente, lo que ha detonado en diferentes formatos de trabajo que hasta el año 2020 eran lejanos y poco explorados, podríamos llegar a decir que hasta utópicos.
La empatía toma un rol protagónico a partir de la necesidad de entender las limitantes de los diferentes entornos y de las circunstancias que giran alrededor de cada uno de los integrantes de los proyectos, y hablamos en un aspecto más holístico, ya que aunque no nos corresponde ver las realidades de cada individuo, debemos de contemplar aquellas situaciones que impactan sobre los proyectos. Por lo que un riesgo presente en toda la gestión de riesgos de los proyectos deberá ser la salud directa o indirecta de sus integrantes.
Esta nueva realidad, trae consigo esas peculiaridades de las que hablamos, ya que algunos mercados optaron por el teletrabajo y con él abrieron las puertas de par en par a la multiculturalidad. Lo que aporta es peso adicional en la importancia de las habilidades antes mencionadas. No es lo mismo hablar y comunicar con alguien en tu idioma, que hablar con alguien con una lengua materna diferente. Ni tampoco es lo mismo negociar y convencer a alguien con tu misma idiosincrasia que negociar con alguien con rasgos culturales y sociales diferentes.
Finalmente, la amalgama que alineará y dará sentido a todas estas habilidades tendrá que ser el liderazgo; para navegar el barco en la tempestad se requiere de un capitán con ideas firmes que sepa mover el timón y gritarle a su tripulación las ordenes correctas que permitan superar la adversidad y no morir en el intento. Un liderazgo disruptivo que sepa superar todas las dificultades, un liderazgo colaborativo que promueva el trabajo en equipo y saque lo mejor de cada individuo y un liderazgo servicial, que estreche relaciones entre todos los participantes sin importar lo distanciados que estos se encuentren, ya sea por el distanciamiento social o los nuevos formatos de trabajo a distancia.
Pero no todas son características personales y aquí es donde PMI cobra gran valor. Es una realidad que el desarrollo de habilidades blandas es primordial en los gerentes de proyectos del año 2022, pero es una realidad también que esos profesionistas deben de venir cobijados de metodologías y conceptos firmes de gestión, por lo tanto, será fundamental que la preparación sea un ambos sentidos, habilidades blandas y habilidades duras y que esos conceptos estén fuertemente arraigados en los individuos, ya que como se mencionó al principio, la transformación de paradigmas metodológicos está sucediendo hoy y si las personas no viven la gestión de proyectos y nada más la aplican, esas transformaciones no tendrán el éxito esperado.
“Para transformar hay que transformarse”. El mundo lo está haciendo y con él, todos nosotros. Es buen momento de romper estereotipos y crear nuevas definiciones de nosotros mismos.
Sobre el autor: César Zavala García, he desarrollado roles como gerente de portafolio y PMO Manager para empresas multinacionales principalmente en el sector bancario, estoy enfocado en la gestión de proyectos bajo un enfoque humano, donde las personas son tan importantes como los resultados. Estoy comprometido con la transformación cultural de las empresas donde promuevo el valor de la oficina de negocios y donde busco destacar la generación de valor a través del uso de metodologías.
Cuento con la certificación de PMP desde 2017 y considero a PMI como parte de mi éxito, tengo también las certificaciones de SMC e ITIL, sin embargo, y a pesar de ello, nada es tan importante como la premisa de gestionar con un liderazgo servicial y empático.
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